Los líderes del PRI y del PAN, Alejandro Moreno y Jorge Romero, denunciaron que la nueva Ley de Telecomunicaciones —aprobada el pasado sábado por mayoría de Morena en el Senado— representa un grave retroceso en materia de libertades y derechos ciudadanos.
Desde el PAN, Jorge Romero advirtió que su partido no puede respaldar una legislación que “legaliza el espionaje sin orden judicial y abre la puerta a la censura”. Señaló que si bien están a favor de una mejor regulación, no pueden aceptar que se vulneren derechos fundamentales de las y los mexicanos.
Romero explicó que los senadores panistas propusieron cambios específicos para eliminar los artículos que permiten la geolocalización en tiempo real sin control judicial y la suspensión discrecional de transmisiones. Sin embargo, Morena y sus aliados ignoraron dichas propuestas.
“Queremos una ley moderna, no una ley autoritaria. Esta legislación es un retroceso democrático. No se puede permitir que el Gobierno espíe a la ciudadanía ni controle los medios”, sentenció.
A pesar del rechazo al dictamen final, el líder panista reconoció que, gracias a la presión de la ciudadanía y el trabajo de su bancada, se lograron frenar algunos excesos del proyecto original. Entre ellos, la eliminación del artículo 109 —que permitía el bloqueo de plataformas digitales— y la corrección de elementos contrarios al T-MEC.
También se retiraron los artículos 201 y 202, que planteaban censura previa a contenidos extranjeros, y se estableció que las concesiones de telecomunicaciones las otorgue un órgano desconcentrado y no una sola persona.
“Estuvimos dispuestos a apoyar si se corregían los puntos más graves. Se avanzó en varios temas, pero en lo más peligroso —el espionaje sin orden judicial— Morena no quiso ceder. No podemos avalar eso. Estamos ante un Gobierno Espía que avanza hacia el autoritarismo”, concluyó Romero.
Por su parte, el presidente del PRI, Alejandro «Alito» Moreno, calificó la ley como una “aberración jurídica” que no protege a nadie, sino que busca “callar al pueblo, censurar y controlar”.
“Es una ley de dictadores. En Morena actúan como morenarcos y morenazis: quieren poder absoluto, someter al país y silenciar a quienes piensan distinto”, acusó.
Moreno advirtió que el PRI no se quedará callado ni permitirá que México “se convierta en una narcodictadura”.