Apenas ha pasado poco más de un año desde que Claudia Sheinbaum llegó al poder, y Morena ya volvió a lo mismo: usar el aparato del Estado para hacer campaña.
Ahora, su nueva jugada es adelantar la revocación de mandato de la presidenta para empalmarla con las elecciones intermedias de 2027.
¿El objetivo? Mantener a Sheinbaum en las boletas, seguir moviendo su imagen y distraer al país de los problemas que los ciudadanos viven todos los días.
Detrás de la iniciativa está Alfonso Ramírez Cuéllar, uno de los operadores más cercanos a la mandataria. Con esta maniobra, buscan modificar el artículo 35 constitucional para incluir la revocación el mismo día que se elijan diputados y gobernadores. Una estrategia que, lejos de ser un acto de “democracia”, es una clara muestra de desesperación política.
Los expertos lo advierten: Morena necesita mantener la maquinaria encendida porque el pueblo ya está cansado. Las encuestas lo demuestran —cada vez más mexicanos reprueban la gestión del gobierno y desconfían del rumbo del país—, pero el oficialismo prefiere seguir en modo campaña que rendir cuentas.
Incluso Ricardo Monreal reconoció que en 2019 se había acordado no empalmar consultas con elecciones intermedias, precisamente para evitar la manipulación electoral. Pero Morena cambió de parecer: las reglas solo valen cuando les convienen.
La oposición ya encendió las alarmas: con esta reforma, la movilización de firmas y la propaganda empezarían desde 2026, lo que les daría a los operadores morenistas casi un año completo para recorrer el país bajo la excusa de la “revocación”. En otras palabras, una campaña disfrazada y anticipada.
El exconsejero del IFE Luis Carlos Ugalde advirtió que esta mezcla de elecciones y consultas solo busca confundir al votante:
“Si bombardeamos a los electores con cientos de temas y boletas, los incapacitamos para votar libremente”, señaló.
Detrás de todo esto hay un miedo evidente: Morena sabe que su popularidad se desmorona, que las promesas se agotaron y que la paciencia del pueblo también.
Por eso adelantan campañas, inventan consultas y montan shows “democráticos”. Porque en el fondo, ya no están seguros de poder ganar limpiamente.