La palabra de Beatriz contra el ABC: ¿negación desesperada o realidad incómoda?

Beatriz Gutiérrez Müller salió a negar con indignación lo que el diario ABC publicó: que ya vive en Madrid, en una de las zonas más exclusivas de la capital española, y que su hijo estudia en la Universidad Complutense. La escritora juró que sigue en México, entre clases, investigación y mucha austeridad… la misma austeridad que la 4T presume mientras el resto del país batalla con medicinas y seguridad.

El problema no es la negación en sí, sino el tono. Beatriz no mostró un solo papel, una matrícula escolar en México, ni una prueba concreta. Nada. Lo único que entregó fue una catarsis política: culpar a la “derecha rancia” y a los “calumniadores” de siempre. El mismo libreto de su esposo, pero ahora en voz de la “no primera dama”.


El peso del silencio y las evasivas

Si Beatriz quisiera callar rumores, bastaba con pruebas claras. Pero eligió la indignación, la victimización y la narrativa de la persecución. Y cuando alguien grita tanto que “todo es mentira”, lo que se escucha de fondo es duda. Mucha duda.


ABC no se dobla

Del otro lado, el diario ABC no se movió un centímetro: sostiene que su información es real, que la residencia en La Moraleja es un hecho y que la mudanza ya está en marcha. Y aquí viene lo incómodo: un medio internacional con prestigio se juega su credibilidad en esta historia. ¿De verdad arriesgaría su nombre por un invento?


El costo político

Si el tiempo confirma que Beatriz sí vive en España, el golpe será devastador: la pareja del líder de la “austeridad republicana” disfrutando de la vida en una de las zonas más caras de Europa, mientras millones de mexicanos siguen esperando el “amor al pueblo”. Sería el símbolo perfecto de la hipocresía.

Si por el contrario, todo fuera un error del ABC, bastaría con pruebas para demostrarlo. Pero hasta ahora, Beatriz solo ha ofrecido palabras y enojo. Y las palabras, sin sustento, se las lleva el viento.


Negación desesperada o realidad incómoda

La pregunta ya no es si Beatriz vive en México hoy, sino si ya tiene maletas listas para mañana en Madrid. Lo que quiso cerrar con un “es mentira” terminó abriendo una caja de dudas. Y mientras más grita que no, más parece que sí.

En este choque de versiones, la esposa de López Obrador juega con fuego: si el diario español tenía razón, su negación será recordada como una mentira más de la 4T. Y si no, entonces que lo demuestre.

Por ahora, Beatriz parece estar atrapada entre dos opciones: aceptar una realidad incómoda o seguir aferrada a una negación desesperada que cada día suena menos creíble.

Por admin

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *