El expresidente Andrés Manuel López Obrador, acusado de ser un corrupto y un delincuente que dejó a México hundido en violencia, impunidad y crisis económica, ahora ni siquiera aparece en su famoso rancho “La Chingada”. El personaje que se decía “del pueblo” y presumía vivir entre la gente parece haberse escondido de todos, como si temiera dar la cara tras el desastre que dejó.
Carlos Pozos Soto viajó desde la Ciudad de México hasta Palenque con un solo objetivo: entregarle en mano su tesis de maestría al exmandatario. La travesía incluyó un vuelo a Chetumal, una noche de espera y más de nueve horas de recorrido en el Tren Maya. Sin embargo, tras todo ese esfuerzo, se topó con la misma realidad que muchos mexicanos: AMLO está desaparecido.
Afuera del rancho quedaron la tesis y la manta que llevaba el comunicador, pero adentro reinó el silencio absoluto. Nadie salió, nadie dio razón, nadie pudo confirmar dónde se encontraba el expresidente. Un símbolo claro de lo que siempre fue su sexenio: promesas, discursos y un vacío enorme cuando se trata de cumplir o responder.
La ironía no pasa desapercibida. López Obrador, quien se jactaba de ser querido por el pueblo, quien repetía que gobernaba con “amor al prójimo”, hoy se esconde como fugitivo. No da explicaciones, no enfrenta cuestionamientos y ni siquiera está en el lugar donde siempre dijo que viviría tras dejar el poder.
México lo recuerda por el caos de su gobierno:
- Una corrupción rampante disfrazada de “austeridad”.
- Obras faraónicas inútiles que costaron miles de millones.
- La violencia más alta de la historia moderna.
- Y un cinismo absoluto para encubrir a sus aliados delincuentes.
Ahora, con el país hecho pedazos y con miles de señalamientos en su contra, López Obrador ni siquiera se atreve a recibir a quienes lo defendieron ciegamente. El viaje terminó con la frustración de no encontrarlo y con una imagen que refleja su verdadera realidad: AMLO se esconde, no enfrenta, huye.
La pregunta queda flotando, irónica, demoledora y necesaria:
¿No que era muy bueno y muy querido?
Porque lo cierto es que hoy AMLO está escondido como rata.