Diversas voces del ámbito legislativo y ciudadano han anunciado que presentarán denuncias ante los órganos electorales para solicitar la nulidad de la elección judicial, al considerarla carente de legitimidad, marcada por una abstención histórica que superó el 95%, y manchada por la intromisión del Gobierno federal, así como por la ruptura de principios democráticos básicos.
Legisladores que participaron en la jornada expresaron que el proceso fue una simulación orquestada desde el poder, sin transparencia, ni garantías mínimas para representar un ejercicio democrático real. Señalaron que el oficialismo controla los resultados a puerta cerrada, sin importar quién votó ni cómo, sino únicamente quién cuenta los votos y qué narrativa se impone.
Abstención récord, legitimidad en duda
La escasa participación ciudadana ha sido uno de los principales argumentos para solicitar la anulación del proceso. Con una participación de apenas 5%, quienes impulsan la denuncia se preguntan cómo puede legitimarse una elección en la que más del 95% del padrón decidió no participar.
Entre los reclamos también se menciona la falta de información al electorado sobre qué se votaba y quiénes eran los candidatos, lo que vulnera dos principios esenciales de cualquier sistema democrático: el voto informado y la representación real.
La denuncia será llevada a todas las instancias posibles
Los denunciantes aseguran que los señalamientos serán integrados en una queja formal que se presentará ante todas las instancias jurisdiccionales correspondientes. El objetivo: impedir que esta elección, descrita como una “aberración”, termine de consumar la captura del Poder Judicial por parte del partido en el poder.
También condenaron la intervención mediática del expresidente Andrés Manuel López Obrador durante la jornada electoral, calificando su reaparición como un gesto “cínico” que buscó dejar claro quién sigue mandando en el país, pese a no ocupar ya un cargo formal.
Inconsistencias numéricas y opacidad
A través de redes sociales, varios legisladores y ciudadanos han denunciado incongruencias graves en los datos oficiales, acusando que Morena recurre a malabares para maquillar los números y ocultar el fracaso del ejercicio.
Uno de los cálculos más cuestionados sostiene que si realmente votaron 13 millones de personas en 84 mil casillas, eso implicaría que una persona votó cada cuatro minutos en cada casilla, durante 10 horas seguidas. “¿Eso ocurrió? ¿Verdad que no?”, se cuestionan los críticos.
Silencio institucional y simulación democrática
A pesar de la gravedad de los señalamientos, las autoridades electorales y el gobierno federal han guardado silencio o desestimado los reclamos, en lo que se percibe como una estrategia para validar la elección a toda costa, sin importar el nivel de participación ni la falta de confianza ciudadana.
En contraste, cada vez más voces exigen que la elección judicial no sea convalidada, y se abran canales reales de participación, transparencia y representatividad. De lo contrario, el descrédito del sistema judicial será irreversible.